La concepción de ALAVAR comenzó cuando la congregación de Siervas de San José decidió renovar la denominación de su programa de Lavandería Industrial Solidaria para mujeres en riesgo de padecer exclusión social.
Antaño se hacían llamar SSJ, de acuerdo a las iniciales de su congregación, pero ellas intuían que el impacto de los nombres formados por iniciales es escaso así como su posterior recuerdo, lo que les llevó a confiar en Damenáme para la creación del que sería su nuevo nombre. Y así, se dio paso al proceso de incubación que nos llevaría hasta ALAVAR.
ALAVAR es un juego de palabras que pretende unir la esencia de la congregación, manteniendo el componente religioso de la misma (alabar), con el servicio anunciado (lavar). Gracias a esta denominación, el público capta de manera directa que es un servicio de lavandería con connotaciones religiosas.
El nombre es sonoro, recordable y vendedor sin que las Siervas de San José tengan que separar su vocación religiosa del negocio, pues para ellas es precisamente su vocación religiosa la que les impulsa a embarcarse en todo tipo de actividades destinadas a ayudar al prójimo, y eso debía tenerse en cuenta.
El resultado fue una mezcla de producto y personalidad del cliente al 50%. Agua bendita : )
Ana Poyo
Damenáme Naming