ATHENTUN nació para dar nombre a una empresa dedicada a facilitar las relaciones comerciales entre Chile y España. Un nuevo negocio especializado en crear y mantener acuerdos entre estos dos países de manera mutuamente beneficiosa.
El nombre podía asociarse directamente con sus atributos genéricos como “facilitadores, conectores o nexo entre países” pero remontarse a la tradición y cultura chilena resultaba más atractivo para DAMENÁME. Dar con un resultado que aunase sonoridad y atributos de marca es lo que buscábamos, permitiendo así comenzar a construir un imaginario positivo desde el comienzo: el nombre.
La inspiración puede aparecer en cualquier lado y esta vez vino a nosotros en forma de idioma mapuche, el dialecto de los primeros pobladores de Chile. En mapuche ATHENTUN significa “hallar bueno un asunto”, precisamente la labor que la empresa de reciente creación buscaba realizar: establecer relaciones comerciales beneficiosas entre Chile y España para que ambos países saliesen ganando.
Sonoramente, además, remite a la palabra castellana “atento”, valor que el cliente deseaba hacer llegar a su público. Se ha demostrado que el sonido evoca un conjunto de atributos o sensaciones. En el caso de ATHENTUN, un sonido penetrante y sordo, crea una impresión de seriedad, responsabilidad y atención. Sensaciones positivas para nuestro cliente y el mensaje que pretendía hacer llegar a su público objetivo.
El resultado final fue el de una ecuación creativa satisfactoria, al tratarse de una denominación que, además de las referencias a la cultura chilena y su evocadora sonoridad, tiene una historia detrás.
Y contar una bonita historia es la mejor manera de empezar una conversación. O una reunión de trabajo.
Ana Poyo
Damenáme, nombres para marcas
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