Nombres que quitan el apetito...

Oído, vista, tacto, olfato y sobre todo gusto. Nuestros cinco sentidos se activan cuando tenemos delante algo que es susceptible de ser comido.

Ante semejante despliegue de medios cuando nos ponemos delante de un producto alimenticio, hay que tener mucho cuidado con todo, hasta con el nombre.

Este post pretende ser un claro ejemplo de qué nombre no ponerle a según qué productos.

“Orina Spring Water” es el primer ejemplo. Si es poco acertado el nombre, mucho más lo es que en su página web afirme que “Los expertos dicen que la calidad del agua de manantial depende de cuál sea éste”. No podemos evitar preguntarnos de qué manantial mana este agua.



“Mamón Tostado” son unos bizcochitos dulces de Filipinas. Estaréis de acuerdo en que su nombre incita a pensar en muchas cosas menos en comida. Bizcochitos, que de estar cocinados con algún tipo de aceite, sería con el aceite “Capullo”;un aceite guatemalteco que al parecer es el preferido por las amas de casa. Según aparece en la web de NaturAceites, “Capullo es un aceite vegetal de rendimiento que cuida de tu corazón” Será el único capullo que cuida de tu corazón.





En Ecuador sin embargo van mucho más lejos: paseando por la calle de San Vicente nos podemos encontrar un cartel que reza: “Asadero y Parrilladas Mi pollazo. Con sabor original”. Oh my God! No tenemos mucha idea si es el nombre más adecuado para un asadero, sin embargo intuimos que ofrezcan lo que ofrezcan aquí, es GRANDE.



Y para rematar el menú de hoy, vamos a brindar con el vino italiano “Follador”, un espumoso que debe su nombre al apellido de sus dueños: los hermanos Follador. Dueños de la bodega de Prosecco que triunfa  en otros países europeos y en Estados Unidos como alternativa al cava.  Que figuras.