A lo largo de nuestra vida convivimos con un número infinito de marcas, con las que compartimos nuestro día a día, desde el papel de baño hasta las croquetas congeladas. Es algo que sabemos, permitimos e incluso disfrutamos.
Ellas forman parte de nuestras vidas, a su alrededor crecen nuestros gustos, preferencias, ambiciones e ilusiones. Algunas ya están ahí desde que somos pequeños y a otras las vemos nacer, pero siempre caminan de nuestra mano en el camino de la vida.
Pero al igual que nosotros evolucionamos, las marcas también lo hacen, y por eso hemos vivido el cambio de nombre de gran cantidad de marcas. Es verdad que muchas lo necesitan, e incluso hay otras tantas que han conseguido la fama debido a esa renovación de nombre e imagen. Pero eso es otro cantar.
Hoy queremos recordar todos esos productos que fueron renombrados con polémica, esas marcas que empezaron siendo parte de nuestra vida y que de repente nos fueron arrebatadas. Porque hay marcas que siempre estarán en nuestro lenguaje cotidiano, las hayan ‘renovado’ o no.
El primer ejemplo de naming que traemos es el mítico Mr. Proper, nuestro amigo calvo limpia-todo que de repente nos obligaron a llamar Don Limpio. Se dice que este cambio fue llevado a cabo para evitar falsificaciones, pero todos sabemos que el Sr. Propper siempre será el original.
Otro caso que hemos encontrado siguiendo la línea de limpieza es el del Calgonit, ahora llamado Finish. No sabemos por qué ocurrió este cambio, pero hay veces que anglificar el naming no tiene por qué ser la solución.
Un cambio que marcó un antes y un después fue el de los clásicos DooWap, que por razones desconocidas e incomprensibles prefirieron usar una palabra cuyo sonido recuerda al japonés: Weikis. No contentos con eso, también cambiaron a su mascota, pasando de ser un perro a un mapache.
Pero, a pesar de estos ejemplos, la marca estrella de los cambios de nombre en sus productos es Danone. A lo largo de muchos años llenando nuestros frigoríficos, hemos tenido todo tipo de cambios absurdos en los nombres de sus productos.
El primero fue las Natillas Danone (“listas para gustar”, seguía la canción…), que pasaron a llamarse Danet. También sufrimos el cambio más absurdo de la marca que fue borrar DanUp del mapa para llamarlo Danone Para Beber (pusieron toda su creatividad en ello) y recientemente han decidido eliminar el Yogur Griego de Danone para llamarlo Oikos, por si no eran ya suficientes cambios.
Pero, sin lugar a dudas, el mayor cambio de todos los tiempos ha sido el de nuestro queridísimo Petit Suisse. Y es que, ¿quién no sigue llamándolo así a pesar del paso del tiempo? Ni Danonino, ni PetitDino, ni demás inventos que nos cuenten: en esto no nos engañan.
Para nosotros siempre será Petit Suisse.
Escrito por Paula Ramos para Damenáme Naming
www.damename.com